Facultad de Medicina-área de Bienestar universitario
Soy
Freddy Alexander, nací en un pueblo
llamado el Tambo ubicado al suroccidente del departamento de Nariño. No
pertenezco a ningún grupo indígena. En el momento estudio Medicina desde hace
tres años en la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá y habito en
Residencias Universitarias 10 de mayo. En
este trabajo plasmo mis ideas acerca de la forma de percepción y pensamiento de
los pueblos indígenas de Colombia.
El
proyecto "Organización del
Territorio para el saber y la vida en la Universidad Nacional de Colombia"
contribuye a la reconstrucción del sentido de identidad y de pertenencia de la
comunidad universitaria de la Universidad Nacional de Colombia mediante la
reapropiación del territorio del campus y la recuperación de la memoria
colectiva de las diferentes historias de vida de sus habitantes; logrando así
un recorrido transversal por diversos momentos históricos. Entre los objetivos
esta propiciar un espacio de reflexión sobre la importancia de la memoria e
incentivar a pensionados y egresados a contar sus historias de vida en el
campus de la UN con miras a construir la memoria desde las bases y de manera
participativa, re-potencializar los valores del respeto a sí mismo, por el otro
y por la diferencia para así promover la unión y la reapropiación del concepto
de comunidad universitaria.
Colombia
es un país rico, entre otras cosas, en cultura, biodiversidad y recursos
naturales. En el aspecto cultural posee mas de 87 pueblos indígenas
distribuidos a lo largo y ancho de su territorio cada uno con una cultura muy
rica en saberes y tradiciones. Sin embargo, muchos de estos pueblos están en
peligro de extinción dado por las diferentes circunstancias que presenta el
país como violencia, presencia de grupos armados en zonas de hábitat de grupos indígenas,
narcotráfico, plantación de cultivos ilícitos, deforestación de selvas,
intereses políticos, explotación de recursos naturales, presencia de la fuerza
publica, etc. Por todas estas circunstancias hay un creciente numero de indígenas
que están siendo desplazados de sus lugares de origen, muchos de ellos han
emigrado a diferentes ciudades del país, otros han iniciado su nuevo renacer en
lugares alejados de su verdadero origen.
La extinción de saberes ancestrales es un proceso que se ha dado en toda la historia de la humanidad. La invasión dada por culturas supuestamente “superiores” hacia culturas muy mal llamadas “inferiores” es lo que ha diezmado a estos pueblos, ya sea por la fuerza o por el proceso de aculturación. Cabe mencionar que no existen culturas superiores o inferiores, todas tienen un origen, creencias y sabiduría en común. Este acontecimiento sucedió en América, especialmente haciendo énfasis en Colombia donde la “invasión española” acabo con gran parte de nuestra cultura, única y exclusiva de Colombia. No obstante, ante el arrollamiento de la nueva cultura, sobreviven pueblos indígenas autóctonos como los Kaggaba, Arhuacos, Wiwa, Kaukuanos, Embera, entre otros. Estos pueblos indígenas tratan de conservar su propia identidad, sus costumbres, sus creencias, su sabiduría y su visión de la naturaleza y del cosmos.
En
el presente trabajo voy a tratar de exponer la experiencia propia de
interacción el día 14 de junio de 2012 en la laguna de Biología con un Mamo Crispín
Izquierdo del grupo indígena Arahuaco, quien tiene su propia e interesante
visión de la naturaleza y del cosmos.
Mi visión es que los Mamos son los líderes espirituales, llenos de una creciente
sabiduría, perpetuada por siglos, desde sus mamos ancestrales hasta los
contemporáneos. Tienen la enorme responsabilidad de conservar y aumentar su
sabiduría, de entender la naturaleza, saber como piensa y como siente la madre
tierra, saber cuando esta bien y cuando esta mal, cuando siente alegría y
cuando tristeza; además es el encargado de transmitirla de generación en generación a nuevos espíritus venideros. El mamo Crispin que pertenece a la comunidad
Arhuaca que está establecida en la Sierra Nevada de Santa Marta, habla y
explica, lo que en su lenguaje y en su cultura
llaman Kaneiru (pez acrededor),
como el Kaneiru esta interconectado
con la laguna del campus Universitario y con los demás seres vivos que en ella
habitan. Como este ser es de importante para la vida de la laguna y para la
madre tierra. Al igual que los arboles, las piedras y las nubes. Todo tiene una
importancia y una razón de ser, todo esta interconectado uno con el otro, y lo
que se haga en uno de estos factores influirá en los demás para bien o para
mal.
El
mamo Crispin nos habla y explica como
ellos tienen una forma particular de ver el mundo y de
interpretar nuestra existencia en el universo de una manera distinta.
Para ellos lo mas importante son sus tradiciones que están fundamentadas
esencialmente en un reconocimiento en su ley de origen.
Para
ellos antes de la creación del cosmos y de todo su contenido, ya existían los espíritus
que llenarían este cosmos tal como lo conocemos hoy. Esto ha permitido sentir
que somos hermanos y que todos somos hermanos de los seres de la tierra. Nosotros
éramos espíritus, al igual que las plantas, los animales, las piedras. Los Kunmuruna
(arboles) son hermanos nuestros que existen y existirán incluso cuando partamos,
las rocas están vivas y nos hablan de nuestro pasado. Lo que iba a existir, existía
antes en forma de espíritu. Por eso entre espíritus somos hermanos, con la
naturaleza,con todo lo que existe: el cosmos, la tierra misma. En la Sierra
Nevada de Santa Marta lugar sagrado, donde existen muchos grupos indígenas,
existen 54 puntos que son sagrados. Cuatro de esos puntos son circunferenciales
que llegan hasta el fin de la tierra, representados por fuego, aire, tierra,
agua, memoria, pensamiento y naturaleza que constituyen la vida. La Sierra es
sagrada para todos nosotros, dice, pero dentro de ella existen lugares que son más
sagrados y de gran representación para nosotros. En esos lugares sagrados
nuestros propios hermanos tienen que pedir permiso a nosotros los mamos y a
nuestros ancestros para entrar. No somos porcelanas de exhibicionismo para los
extranjeros y turistas, tenemos nuestra propia identidad, y nuestro territorio
es un lugar sagrado; por tanto no permitiremos que incursionen extraños y mucho menos que
profanen nuestros lugares sagrados.
La
cultura de los pueblos indígenas es rica, rica en el sentido de valores,
tradiciones y sabiduría hacia todos los elementos que forman la naturaleza. Así,
gracias a los conocimientos de estos pueblos indígenas es como se descubrió que
la “quina-quina”, es decir “corteza de cortezas”o “árbol de la fiebre”, del cual en la actualidad
se extrae la quinina que es un excelente medicamento para tratar las
fiebres y parasitemias que causa la malaria. Este hecho, de lograr tratar y
controlar una importante enfermedad como lo es la malaria, no se hubiese podido
dar sin el conocimiento de las propiedades terapéuticas que nuestros indígenas
tenían de este árbol, el cual era totalmente desconocido para los europeos. El
mamo Crispín, habla como ellos conocen de las diversas enfermedades que han
sufrido en el transcurso de su historia como la tuberculosis, conocen de su
virulencia y en algunas de su tratamiento. Muchas nos han matado, dice, pero de
todas ellas tenemos recuerdos y nos han dejado una importante enseñanza.
Algunos
de los pueblos indígenas son abiertos y receptivos al mundo cambiante y
globalizado, aceptan nuevos conocimientos que ayuden y aporten a su bienestar y
a su cultura. No todo es malo. Integrantes de estos pueblos indígenas van a la universidad
y aprenden nuevos conocimientos y también enseñan los valores de su cultura a
los que se muestran receptivos e interesados. También, rescatan y valoran lo
importante de la universidad, el mamo Crispín llama a la Universidad Nacional
de Colombia “Casa de Pensamiento Mayor” y
a través de sus zonas verdes y humedades explica como esta conectada con los demás reservorios
naturales de la sierra, de los cerros y de la afluentes que hay cercanas.
Es
importante culturalizarnos, educarnos y comprender la importancia de estos
pueblos indígenas que cada vez son menos. Tenemos una importante reserva
cultural en nuestro territorio, pero por la falta de gestión en el ámbito de leyes que los protejan, de
defensores propios de sus derechos, tradiciones, saberes ancestrales y su identidad, estamos
perdiendo estos pueblos, estas culturas que tienen todo un universo de conocimiento
para enseñarnos y que deberíamos aprender. Los procesos cambiantes de un mundo
globalizado e interconectado, han permitido adueñarse de la tierra que es de
todos en unos pocos; la demanda del mercado nacional e internacional obliga a
la explotación de recursos naturales de forma indiscriminada y con ello
acabando con todo lo que encuentran, inclusive culturas milenarias. Los
intereses lucrativos de unos pocos han
llevado a la invasión de estos lugares sagrados de nuestros pueblos
originarios, la mediocridad y el total desconocimiento de la importancia de
esta enorme riqueza que tenemos es lamás grande amenaza para el futuro de
nuestros pueblos indígenas colombianos.
Bibliografía
Leonor
zalabata, pensamiento Arhuaco, programa de bioética Universidad del bosque,
Bogotá-Colombia
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